lunes, 19 de mayo de 2014

Esto vuelve ha ser los Alpes y como siempre, no deja de sorprenderme año tras año el impresionante panorama de un entorno cercado por altísimas y escarpadas montañas repletas de nieve. En mitad de todo este pintoresco ambiente se encuentra Gimmelwald, lugar salvaje donde se desarrolla un estilo de escalada tan peculiar como estar en este punto, girar sobre si mismo 360 grados y observar el abrupto escenario.

Da sind wieder die Alpen und wie immer, alle Jahr wieder überrascht mich das eindrückliche Panorama rundherum und die verschneiten Bergspitzen. Zwischen diesem malerischen Ambiente befindet sich Gimmelwald,  in wilder Lage, wo sich ein besonderer Kletterstil entwickelt, wie an dieser Stelle sein und sich 360 grad zu drehen und die abrupte Szenarie zu beobachten.


Pädel arriba y más abajo en Trümmelbach 8b+ que se llevo esta misma semana pasada.



Christina en Bett des Fakiers 8a+ muy cerquita de la cascada y del encadene.


Por si acaso alguien pensaba que en esta entrada no se iba a dar un macro de esos que a mi tanto me gusta mezclar con la roca, es casi inevitable no hacerlo, ya que las dos se suceden en el mismo ámbito de la naturaleza.


Venir aquí y observar esto, es como llegar a tu proyecto y encadenar ese mismo día...


En la imagen Hugo y compañía...


Otra foto inevitable pasar por alto, aunque de otro panorama y de unas semanas un poco más atrás y que se me olvidó en el disco duro. Elise en Festa fotre 7c, Margalef.



La primavera en su estado más puro.


lunes, 12 de mayo de 2014

Porque sera que la Finestra tanto engancha, que tendrá que no tenga otros rinconcitos lo que tiene este? Sera sus guardianes que vigilan el sector en forma de piedra y que le dan un cierto toque enigmático? Serán las magestuosas formas que se extienden a lo largo y ancho de este punto geográfico? Quizás sea todo esto en general más un plus, el de las bonitas vías y el momento mágico, ese en que uno se encuentra y hasta se sorprende con un minúsculo insecto o una planta que fuera de lugar de uno mismo ni se fijaría en ella.


Miki en el duro paso de La Montgronyeta 7b+ en La Finestra, Margalef, compartiendo ruta y más tarde cervezas con Luisa en otra forma distinta de resolver el paso pero con un mismo fin, encadenar la vía.


Si toda esta última semana la tuviera que resumir, diría, la única y pura casualidad fue la reina que puso su espacio y tiempo a estos días tan sorprendentes. Paseos ciegos llenos de reflexiones y naturaleza tan viva que era casi inevitable pararse a escucharla.







Otra casual imagen con Elise en Festa fotre 7c, también en Finestra y pegada a Montgronyeta. Más tarde me contó su complicidad con el mundo y con el que yo también una vez visité y que aún me sabe a cuento de hadas en un excenario norte Americano.









Elise esforzándose en la misma vía, la misma elegida por muchos esa semana, por algo sera como el resto de este muro...

Varada al pie de una carretera, siempre me he preguntado que es la belleza? aún así creció al lado de un camino asfaltado, me pregunté en ese momento, alguien se habrá fijado en ella? casi es imposible pasar sin verla, además no esta sola, hay decenas abiertas y otras que aun dormitan en sus capullos. Otro día volví a pasar y a la vuelta me encontré a otra persona que al igual que yo la tomó en su cámara, la salude y eso fue todo. Son pocas las veces que me cruzo con gente y otras muchas menos las que se detienen ante esto para dedicarle un momento o dedicarseles a ellos mismos ese momento que se les esta ofreciendo. Y que es la belleza si en algún jardín recóndito ha nacido una nueva flor que irradia esplendor y nadie podrá verla? Se marchitara pero antes habrá esparcido sus semillas, su ciclo terminó para empezar otros nuevos ciclos, pero su belleza estuvo ahí se mostrase o no a los ojos de quienes pudiesen verla.


La Finestra.


La historia de los margenes.
Un día de descanso puede dar para mucho, hasta nos puede parecer más largo de lo habitual, hasta infinito. Da para leer algún libro, para dejar como una patena la caravana, llenar la despensa, hacer yoga, ducharse, conocer a los vecinos, comentar los encadenes, conectarse con el exterior a través de Internet o darse un garbeo por los margenes del parking de Margalef. Yo elegí esta última después de haber pasado por todas las otras posibles opciones en un día ocioso de descanso y, aquí el resultado al pie de esos encantadores muros.








Si todos los días fuimos a parar al mismo sector de escalada, no fue menos que en todos ellos elegimos Miki y yo la misma vía de calentamiento. Magrana 6b+, una estructura que durante días le repetía a Miki que no me iba a ir de este sector sin fotografiar la curiosa forma y colores de la linea, de ahí que Kasia tenia la intención de calentar en ella después de nosotros. Ahí se me presentó la oportunidad y esta vez si que no la dejé escapar.










Kasia en Magrana 6b+










Igual que no se me escapo lo difícil que es encontrar Ovomaltine en Margalef a no ser que alguien te lo traiga de los Alpes Suizos.